25 ago 2016

Nuestra única morada - Loam



Nada escapa a la infinita hemorragia por la que el mundo se derrama hacia la memoria de la noche. Sosiego que alumbra una galopante intensidad incendiada por el crepúsculo. Brota incontenible una dimensión que el corazón –ese potro ingenuo e indomable– se empeña en traducir inútilmente en palabras: es la herida, nuestro único camino, nuestra única morada. 
Instante en el que nada huye, colmado de inaprensibles certezas. Salmodia la sangre infinitos círculos de ausencia, mientras sigo navegando como siempre navegué: perdido en el lejano latido de su eco. 





1 comentario:

  1. Arrebato leete. Conviertes la pistola que nos señala también en un barco. Y una indómita tristeza combate en tus palabras, la efervescencia de un viaje indomesticado.
    Recupero una esperanza de algo que no sé nombra al leerte y latir. Amo tu voz.

    AbrazoTpan y mar...

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