ya no distingo un buen poema de una onomatopeya de cebollas o de un agujero de carcoma en tu médula espinal, me parece igual de importante escribir sobre las pulgas del gato, que sobre la épica del olvido o la venganza de los fusilados, todo me parece un rizoma del capricho de un mapa que arde, todo va al mismo sitio y se lo comen las sardinas, no hay palco ni coñac ni he llegado, la lágrima de pintura blanca del payaso es mi paraíso, puedo estar limando las patas de mi cama y creyendo que por fin he llegado a lo trascendental de la metafísica, o echándole zumo de pimiento al espectro de la abuela muerta y creyendo que al fin he comprendido el origen de las especies y el destino de las tripas de la rana en tu testamento
Mareva
en: Hoguera de ideas
amo tus mares y tus aves son la única orilla y nunca se detiene
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