No necesita razonar, sólo sufrir,
siempre del mismo modo,
nunca menos, nunca más,
sin esperanza de tregua,
sin esperanza de consumirse,
es sencillísimo.
No hace falta razonar para no esperar.
Venga pues la monotonía, es más estimulante.
Pero ¿cómo asegurarla?
No importa, ellos hacen...
Samuel Beckett
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