Son para turistas
No me paguen porque cante
lo que nos les cantaré;
ahora tendrán que escucharme
todo lo que antes callé.
¿Quién los llamó? Gasten su plata,
beban su alcohol, cómprense un güiro,
pero a mí no, pero a mí no, pero a mí no.
Todos estos yanquis rojos
Todos estos yanquis rojos
son hijos de un camarón,
y los parió una botella,
una botella de ron.
¿Quién los llamó? Ustedes viven,
me muero yo, comen y beben,
pero yo no, pero yo no, pero yo no.
Aunque soy un pobre negro,
Aunque soy un pobre negro,
sé que el mundo no anda bien;
¡ay, yo conozco a un mecánico
que lo puede componer!
¿Quién los llamó? Cuando regresen a Nueva York,
mándenme pobres como soy yo,
como soy yo, como soy yo.
A ellos les daré la mano,
A ellos les daré la mano,
y con ellos cantaré,
porque el canto que ellos saben
es el mismo que yo sé.
Enorme desayunarme hoy con Chicho. ¡No todo está perdido!
ResponderEliminarBuen día, compañero!
Eliminarqué bellos los dos... hay cantos que ninguna moneda puede comprar y que no se venden ni a la mísmisima luna.. no la conocía, gracias Loam, abrazo inmenso.
ResponderEliminartAbrazo Mareva.
EliminarNo hay que impacientarse. La máquina que produce pobres ya trabaja a pleno rendimiento.
ResponderEliminar...hace siglos.
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